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JAVIER del ROMERO
GUIONISTA
e dice que la posibilidad de dejar registro de las cosas marca el comienzo de la historia, así que para que les narraré mi historia como guionista, que es real, tanto como mi fantasía lo permite
En un dar vuelta de página voy a obviar datos sobre lugar, fecha de nacimiento y documento para dar pie al primer punto de giro de mi historia como guionista. En 1983, cursando el primer año de la secundaria y siendo un adolescente que no perte-necía a la elite ni a unos bastardos sin gloria, de un día para el otro me gané el apodo de “Murdock”. No fue por ser fan de “Brigada A” sino porque me descubrieron recreando el sonido de disparos en plena clase. Obviamente tuve que dejar la trinchera donde me defendía de las temi-bles hordas del ejército ruso para volver a escu-char a la profesora de geografía sobre la división política de Asia y sus grandes ciudades.
La cosa es que para soportar los tediosos viajes hacia la facultad, en el Sarmiento leía las tiras de “El Loco Chávez” y ahí descubrí que mi lugar en este universo estaba en el periodismo. Si no podía escribir sobre otros mundos al menos lo haría sobre el que vivimos. Entonces comencé a reescribir mi vida en busca del destino.
Durante los siguientes cuatro años me convertí en un alumno aplicado pero mi verdadero interés estaba en Historia y Literatura. Mientras estudiaba en mi cuarto encontraba similitudes entre César, Carlo Magno y Palpatine. Y los fines de semana, yendo a ver a River, me vestía con mi camiseta aunque no niego que muchas veces imaginé ir con un traje aislante y antiparras. Lo malo de esas fantasías es que el héroe siempre tiene un mentor para recorrer el camino y los mandatos familiares me llevaron a estudiar Administración de Empresas.
Fue entonces que apareció el mentor, en este caso la mentora. Una profesora de Literatura a la que le gustaba como redactaba me invitó a cursar un taller de poesía y cuentos. En el curso aprendí que las palabras “se remachan, se injertan… reviven, resplandecen”, y mis poesías terminaron seleccionadas para la muestra de arte joven BUENOS AIRES NO DUERME 98´. Aquello fue el inicio de un viaje al infinito y más allá.
Ese 1998 comencé a trabajar como productor en Cablevisón y, de inquieto, me interioricé en la escritura de guiones. Terminé estudiando con pres-tigiosos profesionales como Pablo Culell y Jorge Maestro. Pero el gran cambio llegó al conocer personalmente a Carlos Trillo. Al felicitarme por lo que fue mi primera novela gráfica no voy a mentir que no cabía en mi cuerpo. La historieta sobre vampiros y vikingos no salió a luz pero ya veía que mis ideas iban un paso delante, y eso que aún faltaba para una producción como Inframundo.
Es obvio que en la trama no se le puede presentar al héroe todo en bandeja, y por eso, trabajando para una empresa de bebidas, tuve que sortear los obstáculos. Como el pobre de Edu que nació como el torpe empleado de una historieta y cortometrajes institucionales. EDUCANDO A EDU no solo terminó por enseñar a los empleados todo lo relacionado en materia de seguridad sino que también fue premiada por Dupont. Y entonces decidí dar un salto al vacío.
Obstinado y convencido largué la comodidad en una multinacional y junto a LA PORFIADA, una mujer que dejó atrás la mala yunta, obtuvimos la recompensa del Concurso Iberoamericano de Cómics. En ese mismo momento un portentoso hombre que decía ser costarricense y apodaban “La Masa” me dio la misión de convivir durante dos años entre un mundo real y el de dibujos animados.
Ya no era el protagonista de mis fantasías sino el creador de personajes. Muchos de ellos se entre-cruzaban con la historia universal. La casualidad o causalidad puso a Mort Cinder junto al colectivo cultural "100 X 100 HN" para homenajear a la historieta argentina en la Feria del Libro de Villa Carlos Paz (Córdoba), La Casa de las Culturas (Chaco) y CómicCon de Bs As. Entre tanto, mi idea sobre una historieta basada en Juana Azurduy, primero fue ganadora de la Beca a la creación del Fondo Nacional de las Artes y apenas unos meses después se convirtió en la primer novela gráfica publicada por Editorial Sudestada
El tiempo estaba de mi lado. Sin embargo en ese 2020 no todos corrían con la misma fortuna. Entonces otro grupo de artistas formamos HISTORIAS NECESARIAS con la necesidad de hacer un aporte colectivo a la extraña situación del Covid-19, y en el Cultural Discépolo las clases de guión pasaron de la presencialidad a la virtualidad.
Ese podía ser el segundo punto de giro, el clímax, para un buen desenlace, pero como guionista de mi destino prefiero que cada final tenga escrito un nuevo comienzo y en este caso uno que inicia con un flashfoward observando a las novelas gráficas NIÑO GUAPO (Comic.ar), EL ÚLTIMO CANTO DE ORFEO (Universaletras), y FRIDA, LIMERENCIA Y DOLOR (Sudestada) publicadas en 2023.
Esta historia continuará…
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